domingo, 20 de septiembre de 2015

Besos del alma




Dentro de mí, amanece con la calma,
y la razón me dice que lo olvide,
que borre la ilusión que adentro vive,
que no espere de él besos del alma.

Que no era amor aquello que sentía,
que le gustó el aroma de mi rosa,
que le atrajo la miel que aquí reposa
y que, ansiosa de él, se le ofrecía.

Yo he cerrado el balcón, porque presiento
un regreso al perdón. Ese lamento
que pueda derrumbar mis barricadas.

Y me llueve el dolor. No hay sentimiento
más puro que la flor que por él siento,
con sus locas raíces intrincadas.